3.5
Martín Fierro nos cuenta la historia del gaucho que da nombre a la obra. A través de una prosa extrañamente maravillosa, José Hernandez nos guía a través de la desdichada vida de Fierro, la cual divide en dos partes: La Ida, en la que nuestro protagonista es separado de su esposa e hijos y enviado a servir a la frontera, donde deberá sufrir brutalidades inimaginables y enfrentarse a los indios; y La vuelta, que nos presenta un gaucho mucho más desgraciado y atravesado por la tragedia, decidido a hallar a sus hijos y enmendar sus errores.
He de admitir que, al contrario de la preferencia popular, disfruté mucho más la primera parte. Me pareció una manera increíble de representar lo que constituía ser gaucho en la época, y cómo el simple hecho de haber nacido como tal puede hacer de tu vida una miseria en un abrir y cerrar de ojos; a pesar de que temía aburrirme porque nunca había leído nada similar, se me hizo una lectura muy amena y disfrutable. Sin embargo, la segunda se me hizo algo pesada, había veces que tenía que releer algunas páginas porque no estaba segura de estar siguiendo la historia correctamente.
Los tintes políticos marcan toda la obra, y aunque fui capaz de entenderlos, siento que hay cosas de de la época que no conocía y que me hubiesen facilitado la comprensión.
Una de mis cosas favoritas de la lectura fue la prosa del autor y tener que acostumbrarme a ella mientras iba tratando de adivinar que significaban algunas palabras. La verdad no sé que tan fiel era al habla popular del gaucho, pero sentí la intención del autor de hacer un tributo al mismo.
Hay algo que me hizo mucho ruido y que tal vez no debería mencionar porque era una línea de pensamiento propia del siglo en el que está escrito, pero la xenofobia, racismo y machismo presentes en toda la obra me molestaron bastante. No sé si consistía en la caracterización del personaje o era algo que el autor también avalaba, lo que no me sorprendería dada la época, pero hay algunas escenas tan problemáticas que me hicieron sentir incómoda.
Para concluir, leer el Martín Fierro fue una aventura extraña para mi, con altos y bajos. Hay aspectos que disfruté mucho y otros que no tanto. Es una obra que recomiendo leer aunque sea una vez, como el clásico de la literatura argentina y el tributo a la tragedia que es. Pretendo releerla en unos años, cuando tenga más formación literaria y pueda apreciarla y analizarla como se merece.